Por Alison Buckholz
“Alarmante” (i). “Sin precedentes ”. “Catastrófica” (i). “Horrorosa” (i).
Esas son solo algunas de las palabras elegidas por los expertos para describir la crisis de hambre en Yemen, país que durante más de una década ha registrado uno de los niveles de malnutrición más altos del mundo. Pero la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022 y la guerra resultante han dado lugar a pronósticos aún más sombríos sobre la alimentación en el futuro, no solo en Yemen, sino en otros países vulnerables como Iraq, Líbano, Libia y Túnez.
Ello se debe a que estas naciones dependen en gran medida de los alimentos importados de Ucrania. La guerra ha provocado un rápido aumento de los precios mundiales de los alimentos y ha afectado a la producción, las exportaciones y los precios de los productos básicos agrícolas, elevando también el precio de la energía y los fertilizantes en todo el mundo. Si bien el costo de los alimentos ya era alto antes de la guerra, el índice mundial de precios de alimentos que elabora el Banco Mundial es actualmente un 80 % más elevado que hace dos años. Se ve poco alivio a la vista, ya que es probable que los precios de los alimentos superen los niveles anteriores a la crisis al menos hasta finales de 2024, según el informe Commodity Markets Outlook (Perspectivas de los mercados de productos básicos) del Banco Mundial.
Las consecuencias son duras: según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), además de los 276 millones de personas que sufrieron hambre aguda en 2021 en los 81 países donde trabaja el PMA, otros 47 millones de personas más en estos países podrían padecer inseguridad alimentaria aguda.
Ayham, de 20 meses de edad, come un alimento suplementario en una clínica móvil de nutrición respaldada por el PMA en Mokha, Yemen. Fotografía: PMA/Hebatallah Munassar.
IFC ha puesto en marcha la Plataforma para la Seguridad Alimentaria Mundial destinada a responder a la crisis de seguridad alimentaria. El servicio de financiamiento de USD 6,000 millones apoyará a las comunidades vulnerables, impulsará el flujo de productos básicos vitales hacia los mercados emergentes y ayudará a reducir la inseguridad alimentaria. También financiará flujos comerciales continuos de suministros de alimentos esenciales para las poblaciones necesitadas, aumentará la disponibilidad de fertilizantes y otros insumos críticos para los agricultores en regiones vulnerables, y ayudará a las empresas privadas a realizar nuevas inversiones en soluciones a largo plazo para enfrentar la crisis del hambre, con un enfoque en hacer que los sistemas alimentarios locales de los mercados emergentes sean más diversificados, sostenibles y productivos.
Enfrentar múltiples desafíos
La Plataforma para la Seguridad Alimentaria Mundial de IFC buscará reducir la volatilidad en los mercados de alimentos a través de financiamiento de emergencia para agricultores, comerciantes de productos básicos, procesadores de alimentos y pienso y otros actores privados que enfrentan un financiamiento limitado y aumentos repentinos en los costos que afectan sus operaciones. IFC aumentará también el acceso a capital de trabajo y financiamiento a largo plazo para los clientes de Ucrania, donde tiene como objetivo recuperar la producción de cultivos y la capacidad del país en materia de almacenamiento, procesamiento y logística de alimentos.
Dado que los suministros mundiales de granos se vieron muy afectados por la guerra en Ucrania, IFC explorará la producción local de los principales cultivos básicos, así como la viabilidad comercial de alternativas al trigo tradicional en los mercados africanos y asiáticos.
Tomando en consideración que la crisis de seguridad alimentaria se ha visto exacerbada por fenómenos meteorológicos severos que antes se producían una sola vez en la vida y provocados por el cambio climático, la Plataforma acelerará la labor en curso de IFC para hacer que los sistemas alimentarios locales sean más productivos y resilientes a un clima cambiante. IFC tiene como objetivo ampliar sus inversiones en nuevos métodos y tecnologías que reduzcan la huella climática de la agricultura y los principales productos básicos agrícolas, incluidos los fertilizantes, brindando al mismo tiempo apoyo práctico y sobre el terreno a los clientes que emprenden iniciativas de sostenibilidad.
Agricultores de India utilizan prácticas agrícolas climáticamente inteligentes. Fotografía: Bradford Roberts/IFC.
La Plataforma para la Seguridad Alimentaria Mundial se complementará con la labor de asesoramiento constante de IFC, especialmente para fortalecer las prácticas de producción de cultivos, mejorar la capacidad de los pequeños agricultores y aumentar el acceso a alimentos seguros y nutritivos. Los esfuerzos también se centrarán en abordar las brechas de género que limitan tanto las oportunidades para las mujeres como la producción mundial de alimentos. Las mujeres de todo el mundo deben superar obstáculos para acceder a asistencia técnica, servicios financieros, iniciativas de fortalecimiento de capacidades e información, recursos que les permitirían aumentar la productividad y generar oportunidades de ingresos.
Enfoque intersectorial
La Plataforma de Seguridad Alimentaria Mundial de IFC impulsará a diversos sectores que desempeñan un papel en la promoción de la seguridad alimentaria.
Publicado en octubre de 2022