Por Daphna Berman
Hasta hace poco, Bismarck Huete tenía que viajar al menos dos días para comprar fertilizantes, semillas y otros productos agrícolas para su pequeña granja familiar en El Tortuguero, una remota franja de tierra en la costa caribeña de Nicaragua. Una vez al año realizaba el viaje de ocho horas en autobús por carreteras enlodadas y a menudo inundadas, seguido de varias horas a pie hasta llegar al pueblo más cercano. Según cuenta Huete, la larga distancia era sólo una de las razones por las que el viaje era tan poco frecuente: La compra de fertilizantes para cubrir todo el campo era a menudo demasiado cara. Con los elevados intereses de los prestamistas del pueblo, prefería ver cómo se marchitaban sus plantas, antes que cargar con una deuda que nunca podría pagar.
Pero la suerte de Huete está empezando a cambiar. Recientemente se unió a un programa auspiciado por el Mercon Coffee Group, un proveedor ecológico global de café integrado verticalmente con experiencia que abarca toda la cadena de suministro. La empresa ofrece a los agricultores como Huete pequeños préstamos para comprar plantas, fertilizantes y otros insumos para cultivar semillas de café Robusta. El café Robusta, una especie que se utiliza sobre todo en el café instantáneo y las mezclas de café expreso, prospera en el clima tropical de la costa caribeña de Nicaragua, donde se introdujo por primera vez en 2013.
Mercon está trabajando en alianza con la Corporación Financiera Internacional (IFC) y el apoyo de la ventana del sector privado del Programa Global para la Agricultura y Seguridad Alimentaria (GAFSP por sus siglas en inglés), para ayudar a fortalecer sus operaciones en Centroamérica y apoyar a productores de café como Huete a lo largo de la cadena de valor. La reciente inversión y el apoyo de asesoramiento de IFC y el GAFSP tienen como objetivo mejorar la productividad del sector cafetero, promover la sostenibilidad de las empresas y proteger los puestos de trabajo en las zonas rurales, impulsando la recuperación y el crecimiento en Nicaragua, Honduras y Guatemala, donde la industria del café es un importante contribuyente a la economía local.
"Estamos creando oportunidades para los productores, y suministrando un café de alta calidad que se ajusta a muchos de nuestros compradores", dijo Adolfo Lugo, Gerente Regional de Robusta, en Mercon.
El café es el segundo producto de mayor exportación de Centroamérica, representando más del diez por ciento del café exportado en el mundo y generando alrededor de dos millones de empleos en la región. Más del 90 por ciento de los proveedores de café de Mercon son pequeños y medianos agricultores de poblaciones rurales. En Nicaragua, uno de los países menos desarrollados de América Latina, la agricultura es fundamental y representa alrededor del 30% del empleo total. Mercon ha sido una pieza clave en la industria cafetera del país, con el 35% del total de las exportaciones de café del país.
Pero los eventos climáticos traen consigo retos a la actividad de agricultura, especialmente en la costa caribeña, una de las regiones más pobres de Nicaragua, donde llueve 10 meses al año. Las carreteras locales que conectan las regiones productoras de café con las comunidades más grandes a menudo se inundan o son arrastradas por el agua, y los burros se consideran uno de los medios de transporte más fiables, lo que dificulta el acceso al mercado durante casi todo el año.
Mercon fue pionera en la producción de Robusta en Nicaragua hace más de diez años y, a lo largo de una década, ha ampliado sus fincas de Robusta, desarrollado una cadena de suministro para los agricultores, establecido el primer molino de procesamiento de Robusta en Nicaragua e invertido en las comunidades productoras de café de la costa caribeña a través de la Fundación Semillas para el Progreso (Seeds for Progress Foundation). La inversión de Mercon en la cadena de suministro se estima en USD $20 millones de dólares y, como explicó Lugo, "estamos construyendo una industria agrícola de café en una de las zonas más remotas y lo estamos haciendo desde cero".
Con el apoyo de IFC y el GAFSP, Mercon está impartiendo capacitación a un grupo inicial de 200 agricultores a lo largo de la aislada costa caribeña. Un equipo de seis agrónomos se desplaza a las fincas locales, enseñando técnicas de plantación, fertilización, control de malezas, mantenimiento de los cafetos, recolección de las cerezas y cosecha. "Estamos viendo enormes mejoras en la calidad y la cantidad de los granos de café", añadió Lugo. "Las hojas son más verdes, el tamaño del grano es mayor y estamos obteniendo más granos por nodo. Aún es temprano en el proceso, pero hay indicios de que la capacitación está marcando la diferencia."
Los agricultores que han participado en el programa están de acuerdo. "Antes de aprender las técnicas adecuadas, los granos eran pequeños y las plantas eran débiles y blandas", dijo Levis Palacios, que siembra maíz, frijoles y yuca, además de café. "Ahora mis plantas están más fuertes y sanas".
Agricultores como Huete y Palacios comenzaron a cultivar café como parte de PAIPSAN, el Proyecto Apoyo para el Incremento de la Productividad, Seguridad Alimentaria y Nutricional en la Costa Caribe Nicaragüense (PAIPSAN) del Banco Mundial, que fue apoyado por GAFSP. El PAIPSAN, que se desarrolló para mejorar la seguridad alimentaria, nutrición y los ingresos de las comunidades de pequeños agricultores a lo largo de la Costa Caribeña de Nicaragua mediante la promoción de la diversificación agrícola a través de cultivos comerciales, terminó en diciembre de 2019, justo cuando el café entró en su primer año de producción. Sin embargo, algunos agricultores tuvieron dificultades para conectarse con los mercados, especialmente debido a las difíciles condiciones de viaje.
El trabajo de IFC con Mercon creó un puente con el proyecto del Sector Público, ayudando a impulsar la calidad y producción a través de la asistencia técnica de Mercon, a la vez que creaba vínculos más fuertes para que los agricultores tuvieran un comprador confiable y accesible. En coordinación con Mercon, se crearon tres centros de recogida locales para mitigar los problemas de desplazamiento que, de otro modo, impedían a los pequeños agricultores descargar su café, creando un acceso fluido a los mercados que no existía anteriormente. Desde 2021, Mercon ha comprado más de 158,000 kilogramos de café en estos tres lugares.
Con el apoyo de IFC y de Nitlapán, una empresa local de investigación y desarrollo, Mercon también suministró secadores solares, que deshidratan el café utilizando el sol en solo ocho días. Los granos de café Robusta se procesan de forma natural, por lo que los granos cosechados por la mañana deben entregarse esa misma tarde, o corren el riesgo de fermentarse. Para Mercon y los pequeños agricultores de la Costa Caribeña, los secadores solares, que son compartidos por los agricultores, representa una oportunidad para ellos poder seguir entregando un café de alta calidad cumplieno do con los estándares de Mercon. Como explica Lugo, la cereza seca es más ligera, más fácil de transportar y puede almacenarse durante mucho más tiempo. "Es un proceso natural que ha dado a los agricultores una solución real y les ha abierto un mercado que antes no tenían", afirma.
Productores de café en Nicaragua realizando trabajos de cosecha (2021). © IFC
Para agricultores como Norlan José González, el acuerdo con Mercon ha sido un "ganar-ganar". González criaba anteriormente ganado en su granja, pero recientemente añadió el café con la esperanza de poder ofrecer un futuro mejor a su familia. "Antes de Mercon, nunca pude conseguir un préstamo. Las tasas eran demasiado altas", dijo. "Este programa es bueno para todos: Mercon obtiene beneficios y yo también".
Los agricultores de la Costa Caribeña también pueden optar a la titulación de tierras para sus granjas familiares a través de la ventana a demanda del Proyecto de Fortalecimiento de los Derechos de Propiedad (PRODEP III), financiado por el Banco Mundial.
La titulación de la tierra proporcionaría seguridad financiera a los agricultores y ayudaría a aumentar el importe del préstamo al que podrían optar a través de la financiación de Mercon.
González, de 33 años y padre de dos, ya está disfrutando de la mayor calidad de vida que ha podido proporcionarle a su familia. "Le estoy enseñando a mi hijo a sembrar café y espero que se una a mí en el negocio del café", dijo. "Quiero construir un legado para mi familia".
Publicado en enero de 2022