Las industrias creativas obtienen cada vez más reconocimiento de los responsables de formular políticas y el sector privado como impulsoras del crecimiento y fuentes de empleo. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, 2021), las industrias creativas generan ingresos de aproximadamente USD 4200 millones, con un efecto multiplicador estimado de 2,5 veces a través de impactos directos e inducidos. Sin embargo, se reconoce ampliamente que el sector aún no ha alcanzado su máximo potencial en muchos países en desarrollo. Para respaldar el desarrollo del sector de las industrias creativas, la Corporación Financiera Internacional (IFC) moviliza financiamiento para el sector privado y asesoramiento y diálogo sobre políticas con los Gobiernos.
Durante las Reuniones Anuales de 2023, IFC organizó un interesante panel de debate titulado “Liberar el potencial de las industrias creativas”. Después del evento en vivo, Stan McCoy, presidente y director gerente de la EMEA Motion Picture Association, habló con IFC para ofrecer más información y seguir desarrollando el conjunto de conocimientos dentro del espacio.
En el debate de las Reuniones Anuales, mencionó que el negocio de la producción cinematográfica consiste en gestionar los riesgos intrínsecos y extrínsecos. También dijo que la política pública inteligente es una parte importante de la gestión de los riesgos extrínsecos, como las regulaciones. ¿Qué riesgos derivados de las regulaciones suele ver?
Se me ocurren cuatro riesgos principales.
El primero es la regulación arbitraria o desproporcionada. En pocas palabras, la regulación arbitraria y complicada puede causar que hacer negocios sea inviable. Como ejemplo, uno podría preguntarse con qué facilidad un productor cinematográfico puede obtener permiso para cerrar una calle para filmar una persecución de automóviles. ¿El proceso es simple y transparente? Otros ejemplos incluyen imponer cómo deben invertir las empresas, regular de forma excesiva los contratos comerciales entre diferentes participantes, o una falta general de estabilidad y previsibilidad en el modo en que se administran las leyes y regulaciones.
El segundo riesgo son los incentivos inadecuados para la inversión. La industria cinematográfica, televisiva y del streaming es una potencia mundial de alrededor de € 540 000 millones. Una conclusión clave a la que deberían llegar los responsables de formular políticas es que esta industria puede generar empleos y dinamismo económico, si tan solo le damos los incentivos adecuados.
Un tercer riesgo es la regulación deficiente en relación con la piratería. Permitir que no se controlen los servicios ilegales puede destruir el mercado para la distribución lícita.
Otro riesgo que también se me ocurre es la disponibilidad de habilidades dentro de la fuerza laboral. Un productor cinematográfico supervisa su propia fuerza laboral, pero no controla los factores extrínsecos de la política pública, como la educación y formación, que determinan si habrá un equipo local adecuadamente capacitado de carpinteros, electricistas, peluqueros, proveedores de comida, conductores de camiones, y todos los demás oficios y profesiones que son esenciales para producir cine y televisión. Estas profesiones a menudo deben contratarse localmente y son esenciales para la producción.
Para abordar los riesgos anteriormente mencionados, ¿con qué tipos de políticas públicas se topó?
Soy fanático de lo que me gusta llamar políticas públicas “aburridas”.
Por ejemplo, el cine y la televisión son un negocio de activos intangibles, por lo tanto, necesita un sistema de derechos de autor estable para proteger esos activos. Los tratados multilaterales se deben incorporar a la legislación nacional, y los tribunales deben interpretar y aplicar la ley de derechos de autor de manera previsible.
De forma similar, los incentivos fiscales deben funcionar en la realidad de la misma manera en que existen en papel. Al fin de cuentas, las cifras anunciadas suelen importar menos que generar la confianza de los inversionistas de que el sistema funciona.
Finalmente, cuando los piratas roban la propiedad intelectual, los titulares de derechos deben poder confiar en que los organismos encargados del cumplimiento de las leyes, los tribunales y los organismos gubernamentales defenderán el estado de derecho. Por ejemplo, esto podría concretarse a través un debido proceso transparente para bloquear los sitios piratas.
Estas políticas pueden parecer triviales, pero el camino que conduce hacia empresas del sector creativas dinámicas está repleto de decisiones normativas sencillas y sin dramatismos.
¿Qué función cree que cumplen los incentivos fiscales a la hora de atraer proyectos a nuevos lugares de filmación? ¿Qué tipos de incentivos hacen que una ubicación sea particularmente atractiva?
Los incentivos a la producción cumplen una función importante en la industria mundial de la producción. Para los productores pueden ser la piedra angular de un plan de financiación y cumplen un papel decisivo en la selección del lugar donde se realizan las producciones.
La mayoría de los proyectos cinematográficos y televisivos pasan por un proceso que llamamos “dar luz verde” para evaluar su potencial. La elección de la ubicación y los costos de producción son una parte importante de ese proceso. Para influir en el proceso, los Gobiernos consideran cada vez más los incentivos a la producción como una herramienta eficiente y estratégica para atraer una inversión interna de alto valor. Por ejemplo, en un estudio reciente se demostró que, cuando HBO rodó la segunda temporada de The White Lotus en Sicilia, esa sola producción aportó € 38 millones a la economía de Italia y creó 1500 empleos locales.
Con respecto a qué tipo de incentivos funciona mejor, la respuesta más sencilla es aquel que sea estable. Por supuesto, los grandes productores en particular desean que un alto porcentaje y un amplio alcance de los gastos se cuenten para el incentivo, y que los límites a los incentivos se fijen en un nivel elevado, en relación con otras jurisdicciones. He visto que las deficiencias en estas cuestiones a menudo se resuelven y mejoran progresivamente con el tiempo. Sin embargo, ante todo, es esencial que los incentivos funcionen con la misma fiabilidad que un reloj.
¿Los derechos de propiedad intelectual, la censura y la libertad de contenido también cumplen un papel importante en la toma de decisiones?
¡Sí! La libertad de expresión y la libertad de prensa son uno de los pilares de nuestra industria. Otro pilar esencial es la protección sólida y estable de los derechos de autor. Sin los derechos de autor, ni la cultura de narración más sólida podrá fomentar una industria creativa próspera. Las leyes de derechos de autor y propiedad intelectual guiaron y protegieron a creadores y artistas de todo el mundo, puesto que les permitieron a ellos y a sus socios comerciales obtener una compensación justa por su arduo trabajo y creatividad, además de estimular la innovación.
En cuanto a la censura, tuvimos una gran experiencia con la autorregulación de la industria en los Estados Unidos, donde la MPA opera el sistema de calificación de películas, que no censura, sino que ofrece a los padres información para tomar decisiones sensatas. Más allá de eso, tres consideraciones clave para cualquier sistema son la transparencia, la previsibilidad y la obligación de respetar los derechos humanos fundamentales.
¿Qué opina de las oportunidades y los retos para impulsar el sector creativo en los países en desarrollo?
Las oportunidades son enormes. La reserva de creatividad e innovación es profunda, y el espíritu emprendedor es fuerte, como vimos tan claramente durante los debates sobre “Liberar el potencial de las industrias creativas”.
Al mismo tiempo, existen retos. El principal reto es la piratería, que con demasiada frecuencia domina el mercado en los países en desarrollo, lo que genera un desincentivo masivo para llevar ofertas legales a esos mercados. No obstante, la oferta legal está aumentando, y aumentará aún más rápido si puede complementarse con una combinación de acciones para combatir la piratería. La lucha contra la piratería a escala comercial y las campañas educativas animarán a los consumidores a acceder a sus películas y programas televisivos a través de fuentes legítimas. Hay un video con el famoso actor burkinés Issaka Sawadogo que me gusta mucho y que sirve de ejemplo de esto último.