Aumento del nivel del mar. Blanqueamiento de corales. Tormentas tropicales impredecibles.
Estos son solo algunos de los impactos ambientales asociados al cambio climático —y la República Dominicana es vulnerable a muchos de estos. Para ayudar a preservar su parte de La Española, la segunda isla más grande del Caribe, las autoridades dominicanas apuntan a reducir en un 25 por ciento las emisiones de efecto invernadero para 2030.
Se trata de una meta ambiciosa, pero el plan del gobierno para transformar viento en energía podría ayudar a alcanzarla. IFC, junto con el gobierno de Canadá, respaldan este esfuerzo con un paquete de financiación de 80 millones de dólares para la construcción y operación de un parque eólico de 50 megavatios conectado a la red.
El nuevo parque eólico, nombrado Parques Eólicos del Caribe S.A. (o Pecasa), diversificará la matriz energética de la República Dominicana y aliviará su dependencia de combustibles fósiles importados. En la actualidad, las importaciones de combustible representan casi el 80 por ciento de las necesidades energéticas del país. Esta dependencia genera tarifas elevadas de electricidad, generando una pesada carga para la economía.
Cuando se culmine la obra en 2019, Pecasa se convertirá en uno de los parques eólicos más grandes de la República Dominicana. Se espera que reduzca las emisiones de efecto invernadero en más de 90.000 toneladas de CO2 por año, lo que equivaldría a quitar 20.000 autos de la carretera. El parque tendrá la capacidad de proveer energía a más de 151.000 hogares.
Planificación para un clima cambiante
El desarrollo del parque eólico Pecasa es de suma importancia para la República Dominicana. En los últimos años, el país ha experimentado uno de los mayores crecimientos económicos de América Latina y el Caribe. Con este crecimiento, la demanda de energía aumentó un 3,6 por ciento en los últimos cinco años. Las inversiones en el sector energético del país son cruciales para sustentar esta trayectoria económica.
Pecasa es una iniciativa liderada por el sector privado y ayudará a la República Dominicana a reducir su dependencia de los combustibles fósiles mediante el uso de energía eólica. Pecasa venderá toda su producción de energía a la compañía eléctrica estatal, la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), a través de un contrato de compra de energía denominado en dólares por un plazo de 20 años.
El parque eólico de 120 millones de dólares se ubicará en la costa norte del país, a unos 260 kilómetros de la capital de Santo Domingo. El paquete de financiación acordado por IFC incluye 18,5 millones de dólares por cuenta propia de esta entidad, 18 millones de dólares del Banco de Desarrollo Holandés (FMO), 17 millones de dólares del Programa sobre Cambio Climático IFC-Canadá (una asociación entre el Gobierno de Canadá e IFC), 15 millones de dólares de Proparco (institución financiera de desarrollo francesa) y 11.5 millones de dólares de la Corporación Alemana de Inversión y Desarrollo (DEG). Pecasa es propiedad de Akuo Energy SAS, con sede en París.
En el año fiscal 2018, IFC facilitó 8.400 millones de dólares, incluido un récord de 4.500 millones de dólares movilizados por otros inversores, para financiar proyectos climáticamente inteligentes como Pecasa. Esto representó más de un tercio de nuestros compromisos totales para el año, incluidos los fondos movilizados de otros, y superó nuestro objetivo para 2020. Se espera que las inversiones de IFC permitan a nuestros clientes reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en aproximadamente 10,4 millones de toneladas métricas por año.
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Publicado en agosto de 2018