El sector privado tiene un gran interés en cumplir con los códigos de construcción verde de Colombia. IFC impulsó el financiamiento del sector bancario a estos proyectos.
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Esta historia es parte de una serie sobre el trabajo de IFC para ayudar a crear mercados que generen nuevas oportunidades a personas en países en desarrollo. Estos esfuerzos innovadores han ayudado a resolver algunos de los problemas más grandes en muchos países o, a veces, en regiones enteras.
La vivienda urbana no es conocida por ser ecológica, pero un nuevo edificio de apartamentos en Colombia —que se levanta en medio un bosque ubicado en un área metropolitana en rápido desarrollo— redefine el término “crecimiento verde”. VerdeVivo es un proyecto de vivienda sostenible creado por la empresa constructora Conaltura y cumple con estándares ambientales internacionales de alto nivel que garantizan la sostenibilidad desde su fase de planificación.
Los residentes de este edificio saben que ahorrarán en las facturas de consumo de energía y que además ayudarán al medioambiente al disminuir las emisiones de carbono. Una mejor calidad del aire es otro beneficio adicional. Pero las familias de VerdeVivo pueden no estar al tanto de que sus nuevos hogares forman una parte esencial de la Estrategia de Crecimiento Verde de Colombia, que incluye el cumplimiento de los códigos nacionales de construcción ecológica.
IFC, anticipándose a la necesidad de productos financieros nuevos para este mercado sin explotar, creó incentivos para alentar a los sectores financieros y de la construcción a coordinar esfuerzos. Bancolombia y Davivienda, los bancos comerciales más grandes del país, trabajaron junto a IFC para emitir un total de $260 millones de dólares en bonos verdes para apoyar proyectos climáticos, incluidos los edificios ecológicos. VerdeVivo, por ejemplo, se construyó financiado con bonos verdes del Bancolombia.
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Estas innovaciones ayudan a Colombia a alcanzar sus objetivos nacionales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Se espera que los edificios colombianos consuman de 10 a 45 por ciento menos energía y agua, evitando así casi 190.000 toneladas métricas de emisiones de efecto invernadero para el año 2021. En última instancia, esto contribuirá en grandes ciudades como Bogotá a reducir las emisiones en un 16 porciento en 2019, en relación con las cifras de 2007.
Colombia se encuentra entre los 20 principales mercados de mayor crecimiento en términos de inversiones en construcción. La implementación de códigos nacionales de construcción ecológica puede tener un impacto sustancial en el desarrollo económico nacional, y es por eso que el gobierno colombiano buscó crear requisitos específicos para garantizar la sostenibilidad de los edificios comerciales y residenciales a construir.
Los funcionarios del gobierno solicitaron el apoyo de IFC para desarrollar dichos códigos para asegurarse de que fuesen diseñados como instrumentos para promover la eficiencia energética y la conservación del agua en cuanto a la construcción de edificios. Los códigos se crearon teniendo en cuenta las consideraciones de costo-beneficio, así como las características locales climáticas y de construcción estructural.
La Cámara Nacional de la Construcción (Camacol), con el fin de medir los indicadores relacionados con el clima y la energía de manera más efectiva y cumplir con los códigos de construcción ecológica, aprobó la certificación voluntaria de la iniciativa EDGE (Excellence in Design for Greater Efficiencies —Excelencia en Diseño para Mejores Eficiencias), de IFC. El software y la certificación EDGE ayudan a planificadores a crear diseños con un uso eficiente de los recursos.
Los códigos de construcción verde de Colombia se promulgaron en 2015 con el apoyo de Camacol; del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio de Colombia; del Ministerio del Medio Ambiente; y del Ministerio de Finanzas. También, en asociación con Camacol, IFC facilitó y promovió el diálogo público-privado y la participación en este proceso.
El interés del sector privado en cumplir con los códigos de construcción ecológica de Colombia es significativo. Esto sentó las bases para que IFC introduzca incentivos para que el sector financiero desarrolle productos financieros originales, tal como los bonos verdes. Bancolombia y Davivienda trabajaron junto a IFC para emitir bonos verdes en apoyo a proyectos climáticamente inteligentes.
El bono verde de $149 millones de dólares de Davivienda, comprado por IFC, fue la emisión de bonos verdes más grande emitida por una institución financiera privada en América Latina. Davivienda está utilizando los fondos de los bonos verdes para financiar la construcción de dos grandes edificios de oficinas ecológicas. Uno de ellos consumirá aproximadamente un 48 por ciento menos de agua en comparación con otros edificios de oficinas de tamaño similar, y su consumo de energía se reducirá en un 35 por ciento. Los automóviles con bajas emisiones tendrán lugares de estacionamiento preferenciales.
El financiamiento de Bancolombia con bonos verdes de Conaltura dio como resultado el desarrollo de la vivienda VerdeVivo entre los municipios de Itagui y La Estrella. Bajo la certificación EDGE, los propietarios de apartamentos en los edificios VerdeVivo pueden ahorrar alrededor de un 25 por ciento en facturas de energía y un 29 por ciento en agua, en comparación con una casa convencional. Otros edificios nuevos construidos bajo estos códigos, dependiendo del tipo de edificación y del clima en cada caso, están reduciendo el consumo de energía y agua hasta en un 45 por ciento
Más allá del impacto ambiental de los códigos de construcción, alientan a la innovación en lo que respecta al diseño de edificios al fomentar el uso de energía renovable, nuevos tipos de materiales y tecnologías limpias. Las regulaciones toman en cuenta las condiciones locales para establecer objetivos realistas sobre el ahorro de agua y de energía, creando un nuevo punto de referencia para la construcción sostenible en el país.
IFC se compromete a apoyar la creación de edificios ecológicos en todo el mundo. EDGE se ha utilizado para construir edificios residenciales y comerciales en casi 100 países, incluidos hogares y apartamentos, hoteles y complejos turísticos, edificios de oficinas, instalaciones de atención médica y establecimientos minoristas.
Para obtener más información: www.ifc.org/climatebusiness.
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Publicado en diciembre 2017